He aquí la historia de Sid Alí, conocido como Alí el Magnífico, la historia tragicómica de un joven francés de origen magrebí. Precoz y genial, tan encantador como repelente, Alí es demasiado frágil para resistir la dureza del presente. Creció fascinado y pervertido por la sociedad del espectáculo, nuestra sociedad:el telediario, Cannes, la gloria delirante de Zinedine Zidane, el oropel y las lentejuelas, la prensa del corazón, la ficción cotidiana de la vida de las estrellas, los honorarios de ocho dígitos (¡en dólares!), el hit parade, las stock options, los descapotables que remontan Les Champs Elysées con la música a tope, y Cartier, Prada, Lacoste, Armani...
Sid Alí enloquece y mata a la única mujer que lo ha amado para vengarse, pero ¿de qué? Y enseguida mata a otras tres convencido de que si no puede ser una estrella, se convertirá en serial killer para aparecer como las estrellas en la portada del Paris Match. Alí el Magnífico es un antihéroe, un emblema de nuestra época;inocente y culpable como todos nosotros, se salva y se condena en este mundo que ya no conoce la diferencia entre el Bien y el Mal, y en el que somos muertos vivientes frente la pantalla.
