Madrid experimentó un incremento poblacional muy notable y sostenido desde mediados del siglo pasado. Vallecas registraba de manera singular ese desarrollo demográfico. Pero las familias que llegaban a la capital demandaban unos servicios que las administraciones de la época eran incapaces de atender. La educación ocupó siempre un espacio de especial importancia para los nuevos madrileños. Por ello fueron surgiendo desde la iniciativa de los propios vecinos experiencias inicialmente embrionarias que supieron conjugar el compromiso por satisfacer esas necesidades con la vocación de plasmar alternativas innovadoras en lo pedagógico y democráticas en la gestión. Se trataba de un esfuerzo sostenido durante décadas basado en el compromiso de las familias y de los docentes que supieron superar las enormes dificultades que la situación entrañaba. Esa tradición se ha mantenido en muchos casos hasta las fechas actuales.
Este libro pretende ser un reconocimiento a las familias, a las profesoras y profesores que con su entrega contribuyeron a forjar una identidad generosa y comprometida.
