Este segundo volumen es una obra heterogénea que aborda áreas del conocimiento como la historia, la lingüística, la economía, la teología, la filosofía e incluso la bioética. Las reflexiones en torno a Dios, las instituciones, la vida cotidiana, la medicina y la autodeterminación para pensar y decidir por sí mismo abarcan las páginas de este libro. El autor era una especie de filósofo itinerante que en un momento dado decidió borrarse del escenario público para dejar paso a un pensamiento poseedor de una profundidad y una finura tan deslumbrantes como necesarias para la
oscuridad del mundo de hoy.
La presencia de Iván Illich en el mundo público se desvaneció tras el cierre del Centro Intercultural de Documentación (Cidoc), donde su conversación, sus seminarios y sus libros (incluidos en el primer volumen de sus Obras reunidas) animaban los grandes debates sobre lo que hoy es uno de los mayores flagelos: la contraproductividad de las instituciones modernas - el reverso siniestro del desarrollo-. En México muchos incluso creyeron que había muerto. Sin embargo, Illich dejaba las candilejas para, vuelto una especie de filósofo itinerante, historizar la manera en que esa controproductividad, que nació de lo mejor de Occidente, surgió para convertirse en una de las manifestaciones más
inquietantes de la iniquidad. Este volumen recupera cuatro espléndidos títulos: El trabajo fantasma, El género vernáculo, H2O y las aguas del olvido y En el espejo del pasado.
