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En 1909, Mary Leigh declaraba, tras abandonar la prisión de Winson Green, Birmingham: «La sensación es terrible. Sientes que los tambores del oído van a estallar, así como un dolor enloquecedor en la garganta y el pecho. Empujan el tubo pese a la resistencia natural del cuerpo... Resistí cuanto pude, pero finalmente me superó el peso de los que tenía encima».
Fueron golpeadas, humilladas, encarceladas, obligadas a recibir alimentación forzada? Lucharon por el derecho a la educación, a poder estar casadas siendo maestras, a disponer de su propio dinero, fundaron asociaciones, periódicos, universidades, se enfrentaron al menosprecio de la sociedad, de sus familiares y amigos, a la oposición política, a la policía.. Encaramadas en la base de grandes estatuas lanzaron sus discursos en favor de la igualdad, se manifestaron en bicicletas y desfilaron por las principales avenidas de las ciudades. Son las sufragistas británicas y estadounidenses, reunidas en este último libro de Pilar Tejera. Una colección de historias tan sorprendentes como reveladoras.