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Un ensayo brillante sobre cómo la grasa, símbolo de vida y abundancia, se convirtió en objeto de rechazo. Una nueva mirada al cuerpo y la cultura.
Grasa: una humilde molécula que hace posible la vida. Una materia limítrofe entre lo sólido y lo líquido. Un nutriente ambiguo, amado por su sabor y condenado por su desmesura. Una fuente de deseo y sensualidad, y a la vez de repugnancia y condena. Una sustancia sagrada que santifica y un elemento mundano con el que abonar, cebar o cocinar. La grasa es un asunto presente desde la concepción hasta la putrefacción de nuestros cuerpos, que nos recuerda constantemente el ciclo infinito de generación y corrupción de la naturaleza.Forth emprende una arqueología de nuestros prejuicios con la profundidad antropológica de Mintz, Goody o Appadurai, muestra que la imaginación cultural de la humanidad ahonda en la inherente ductilidad de las grasas y contribuye a repensar las intersecciones entre el género, la raza y el estatus de los cuerpos gordos.


