Járkov, 1897 - Moscú, 1925. Boris Savinkov nació en Járkov (actualmente Járkiv, en Ucrania) en 1879. Vástago de una familia acomodada con ínfulas artísticas y simpatías revolucionarias, estudió en Varsovia, donde vivió sus primeros años, y más tarde en la facultad de Derecho de la Universidad de San Petersburgo, de la que es expulsado por participar en varias algaradas estudiantiles.<BR><BR>Desde 1898 es un reconocido miembro de varias organizaciones de ideología socialista. En 1901 es arrestado y enviado al exilio en la ciudad de Vologda. Allí traba amistad con varios prominentes intelectuales de izquierdas, como Nikolai Berdyaev y Anatoli Lunacharski. A pesar de sentirse bastante desilusionado con el marxismo, decide consagrarse a la lucha armada en pro de la revolución obrera. En 1903, Savinkov escapa de su exilio y se afilia al Partido Socialista Revolucionario, donde rápidamente alcanza puestos de responsabilidad en la organización de actividades terroristas. En concreto, es el ideólogo de los atentados que costaron la vida al terrible Vyacheslav von Plehve, Ministro del Interior del Zar, y al Gran Duque Sergei Alexandrovich, gobernador general de Moscú. Tras cometer los atentados que le hicieron famoso en toda Rusia, fue condenado a muerte, pero logró huir a Rumanía y posteriormente a Francia. Allí, entre la bohemia de Montparnasse (donde se codeó con Picasso, Cendrars y Apollinaire, para quienes era «nuestro amigo el asesino»), publica su libro más famoso: El caballo amarillo. Después, cuando estalla la primera guerra mundial, marcha como corresponsal al frente francés. Vuelve a Rusia para luchar en la Revolución y llega a ser nombrado Ministro de la Guerra por Kerenski. Debido a su disconformidad con los bolcheviques, se ve obligado a salir del país. Tras ser engañado por la policía secreta bolchevique, entra de nuevo en Rusia y es inmediatamente arrestado y condenado a muerte. Sorprendentemente, la pena le es conmutada por diez años de prisión. Savinkov no aguanta vivir enjaulado, y presumiblemente se arroja por la ventana del temible presidio de la Lubianka, en Moscú, el 7 de mayo de 1925.<BR><BR>Editorial Impedimenta