La parroquia de San Carlos Borromeo en Entrevías ha librado innumerables batallas a favor de los marginados: drogadictos, insumisos, okupas, gitanos, presos y sus familiares, desahuciados, inmigrantes... Al frente de esta iglesia de Vallecas, el cura Enrique de Castro lleva cuatro décadas combatiendo las injusticias y enfrentándose a quien haga falta, incluso a la jerarquía eclesiástica. De hecho, en 2007 su desencuentro con el Arzobispado de Madrid, que dio la vuelta al mundo, situó la parroquia de San Carlos al borde del cierre. A partir de Enrique de Castro y de su gente más cercana, Marçal Sarrats nos muestra otra iglesia, la iglesia de los que no se callan, comprometida y solidaria, de fe profunda, que de manera evangélica antepone el ser humano a la ley e incluso a la religión. La demostración palpable de que la fe verdadera exige compromiso y lucha. «Lo contrario del amor no es el odio, sino el miedo. Hay que actuar. Se crea o no en Dios, y dejando a un lado los milagros, es responsabilidad de cada uno intentar que se multipliquen los panes y los peces.» Del prólogo de Luis García Montero.
AUTOR/A
CASTRO, ENRIQUE DE
El sacerdote Enrique de Castro López-Cortijo (Madrid, 1943) es licenciado en Filosofía y Teología. Fue profesor de bachillerato desde los 22 hasta los 29 años, edad en la que se fue a vivir al popular barrio de Vallecas en Madrid, ejerciendo como cura de la parroquia. Desde entonces, trabajó de taxista y pintor (de brocha) vinculado al movimiento de curas obreros al término de la dictadura y comienzos de la transición , lleva 37 años ejerciendo su labor pastoral, actualmente en la de la parroquia de Entrevías. Vive en el Pozo del Tío Raimundo, en una coqueta casa no muy lejos de La Celsa, junto un grupo de chavales que ha recogido prácticamente de la calle.<BR><BR>Se ordenó sacerdote en 1972, ejerciendo desde entonces como sacerdote en diferentes parroquias de Vallecas. Siguiendo la estela del padre Llanos, se convirtió en un cura obrero protegido por obispos progresistas como Alberto Iniesta y por cardenales como Tarancón. Durante estos años Enrique de Castro ha sido un referente en la lucha contra la marginación y la injusticia siempre con un claro objetivo: dignificar a las personas con las que ha tratado.<BR>Enrique es miembro de la Coordinadora de Barrios de Madrid, ha sido impulsor de Traperos de Emaús y de "Madres contra la droga" y colabora en la "Escuela sobre marginación" de Madrid. Actualmente Enrique de Castro sigue trabajando con jóvenes de la calle y con amplios grupos de marginados en la parroquia del Pozo del Tío Raimundo en el barrio de Entrevías. Enrique de Castro es uno de los "indispensables" de la lucha social en la región de Madrid.<BR>Son ya más de treinta años los que lleva trabajando con los más desfavorecidos, los jóvenes con problemas de drogadicción, de lucha contra la exclusión social, en defensa de los vecinos del madrileño barrio de Vallecas y de los derechos de los inmigrantes. Compartiendo siempre su casa con los más marginados. Adolescentes de la calle, inmigrantes, enfermos terminales ex presidiarios etc.<BR><BR>http://socialijusticia.blogspot.com.es/2009/10/enrique-de-castro-pincela...