El teatro de Sanguinetti prioriza la producción de sentido político, promoviendo una constante ola de pensamiento crítico en sus lectores mediante la confrontación de ideas antagónicas. El resultado es una dramaturgia fantástica y azarosa, de comedias dialécticas o farsas cuánticas. Retoma modelos sociales y económicos contrahegemónicos clásicos, exponiendo su vigencia en la contemporaneidad. Y con un baño de ironía (anárquica, casi nihilista) sobre todas las cosas. En cualquier caso, se trata de seis obras en las que la política aparece como tema central, con personajes empeñados en combinar una cierta capacidad teórica con una práctica extravagante, llenos de buenas intenciones y planes autodestructivos en un universo hostil y demasiado acostumbrado a sus errores. Seis comedias políticas, verborrágicas y dementes, desencantadas y ridículas. «En mis últimas obras he llevado adelante un trabajo de desolemnización ideológica que dio lugar, en su mayoría, a comedias negras de una profunda estupidez. El debate político a través de la yuxtaposición de elementos disonantes es una de las claves de mi escritur