En este libro hay meigas borrachas de ponche, magas con varita y habilidosas hechiceras engendradas en noches de luna llena. Hay brujas de todo tipo: blancas, negras, con verruga en la napia y con móvil de última generación. Brujas buenas. Brujas malas. Algunas son auténticas hijas de bruja. Pero también hay guerreros fanfarrones, inspectores de fraudes y amables golems sexuales. Hay enanos, trolls y mucha juerga: ritos, sacrificios, cosmética mágica, patatas fritas, pociones, cataplasmas y champán por un tubo. Hay hasta máquinas expendedoras de hostias y vibradores aptos para lavavajillas. Aquí, en esta enciclopedia de la brujería y el desenfreno, se han retado al amanecer once autores y autoras del género fantástico para engendrar un libro divertidísimo, repleto de magia y buen humor.
AUTOR/A
RHEI, SOFIA
Sofía Rhei es autora de la serie de humor infantil Krippys, bajo el seudónimo Cornelius Krippa (Montena); del libro de relatos Cuentos y leyendas de objetos mágicos y de las novelas juveniles Flores de Sombra y Savia Negra (Alfaguara).
CAMPBELL, GABRIELLA
Gabriella Campbell nació en Londres en 1981, pero se crio en la costa mijeña y allí sigue. Se licenció en teoría de la literatura y literatura comparada por la Universidad de Granada y tiene un experto en Comunicación. Ha sido editora, traductora, correctora y en la actualidad se dedica a ayudar a otros escritores a desenvolverse en el mercado literario a través de su web, Gabriella Literaria. En solitario, tiene publicados dos libros de poesía, uno de corrección para escritores y otro de relatos; escribe novelas junto a José Antonio Cotrina, desde middle-grade cómico (El día del dragón, Naufragio de Letras) a dreampunk juvenil (El fin de los sueños) y weird apocalíptico (Crónicas del fin. Ante todo, escribe fantasía. José Antonio Cotrina nació en Vitoria en 1972 y poco después se puso a escribir. Comenzó a publicar a principios de la década de los 90, pero fue a partir del año 2000 cuando empezó a consolidarse como escritor. Su primera novela fue Las fuentes perdidas (2003), una obra oscura en la que ya se anticipaba su inclinación a hibridar lo macabro con lo fantástico. Desde entonces ha escrito novelas juveniles, un buen número de novelas cortas, y varias obras a cuatro manos con Gabriella Campbell. Tiene también varios premios en su haber, entre ellos el UPC de novela corta de ciencia ficción, el premio Alberto Magno, del que ha sido ganador en tres ocasiones, y un premio Domingo Santos por el relato La niña muerta.