En marzo de 1933, Thomas Mann viajó a Suiza y ya no regresaría más a Alemania; en diciembre de 1936 fue desposeído de la nacionalidad alemana y n septiembre de 1938 emigró a Estados Unidos. Dos años después, en octubre de 1940, llevó a cabo la primera de un total de cincuenta y ocho charlas sobre la guerra a través de una serie de emisiones radiofónicas dirigidas a los alemanes que la BBC en Londres le había invitado a hacer. Junto a ello pronunció también una conferencia, dirigida a los americanos de ascendencia alemana, en el marco de una serie de emisiones destinadas a ellos organizadas por la Oficina de Información sobre la Guerra (Office of War Information). La forma (las contumaces y arrolladuras imprecaciones contra la «bestia inmunda» llamada Adolf Hitler) y el contenido (un repaso, mes a mes, del desarrollo factual de la Segunda Guerra Mundial) de estas emisiones radiofónicas no resultaban en absoluto monótonos, «por más que dijeran constantemente lo mismo, que Hitler no puede ganar su guerra». De modo que éstas constituyen un documento único sobre su época, inédito en España, que, a través del prisma subjetivo y comprometido del autor, permiten entender muchos aspectos de la vida cotidiana de los alemanes en los años de la contienda.
OÍD, ALEMANES...
AUTOR/A
MANN, THOMAS
(1875 - 1955), es un clásico indiscutible de la literatura alemana. Hizo del ser humano, condicionado por su contexto político y social, y del conflicto que puede surgir entre la vida y el arte o la inteligencia, el centro de buena parte de su extensa obra narrativa, en la que destacan, entre otros títulos, Los Buddenbrook (1901); Tonio Krôger ( 1903); La muerte en Venecia (1912); La montaña mágica (1924); considerada a menudo su obra más importante, Mario y el mago (1930); Carlota en Weimar (1939); Doktor Faustus (1947); El elegido (1951) y Confesiones del estafador Félix Krull (1954), todas ellas publicadas en la colección Edhasa Literaria. En 1929 obtuvo el Premio Nobel de Literatura, principalmente por su novela Los Buddenbrook, que ha conquistado un reconocimiento cada vez mayor como una de las obras clásicas de la literatura contemporánea. Su propio compromiso con la época que le tocó vivir lo llevó a perder la nacionalidad alemana en 1936. Desde 1933 se exilió de Alemania, con la llegada de Adolf Hitler.