Pese a los avances que han promovido, la igualdad de género dista de ser una realidad plena en Europa y el resto del mundo. Las mujeres siguen especializadas en los trabajos de cuidados, lo que condiciona su autonomía y su inclusión en ámbito laboral y político. ¿En qué medida los estados de bienestar europeos, a través de las políticas públicas y su giro neoliberal, han sido cómplices de la persistencia de la división sexual del trabajo y del desigual reparto de responsabilidades entre mujeres y hombres? ¿Cuál ha sido la influencia del modelo de la mujer-madre y sus discursos maternalistas en las desigualdades que afectan a las mujeres? ¿Es posible concebir una sociedad democrática sin plantearse la democratización de la familia ni la corresponsabilidad y socialización de los cuidados?