Esta recopilación reúne una serie de escritos, hasta ahora inéditos en castellano, pertenecientes a la producción madura y tardía de Lukács. En ellos, el filósofo retoma motivos centrales de su pensamiento y los pone en relación con hechos y circunstancias políticos y culturales concretos. El "hilo rojo" que señala la continuidad y homogeneidad de estos escritos se ve representado por términos clásicos en el pensamiento de Lukács, como la reflexión en torno a la función del filósofo, y al papel del intelectual en la nueva democracia marxista. También se hallan consideraciones en torno a los consejos obreros y el ideal de democracia de la vida cotidiana, análisis y críticas exhaustivos de la ideología fascista, un arreglo de cuentas político y personal con el período staliniano, e ideas vinculadas con la Ética que Lukács no llegó a escribir. En el "Testamento político" que da título a esta compilación, el filósofo expone, pocos meses antes de morir, sus principales preocupaciones y expectativas acerca de la misión y las perspectivas del socialismo.
AUTOR/A
LUKÁCS, GYORGY
György Szegredi Lukács nació en Budapest el 13 de abril de 1885, en el seno de una familia perteneciente a la gran burguesía húngara. En 1906 se doctoró en ciencias políticas, y continuó sus estudios en Berlín y Heidelberg, donde estableció un contacto estrecho, entre otros, con Georg Simmel, Max Weber y Ernst Bloch. Ante el impacto de la Iª Guerra Mundial, ingresó, en 1919, en el Partido Comunista Húngaro, que se encontraba entonces en formación. En ese mismo año, se incorporó al Comité Central del Partido. Tras actuar como comisario del pueblo en educación y comisario político de la Quinta División Roja, Lukács vivió en Austria y Alemania. En 1933 emigró a Moscú. En 1944 ocupó la cátedra de Historia de la Cultura y de Estética en la Universidad de Budapest. A raíz de los ataques recibidos desde el estalinismo, se apartó, en 1951, de la actividad política, pero en 1956 apoyó el gobierno revolucionario de Imre Nagy y volvió a ingresar en el Comité Central. Cuando dicho gobierno fue derrocado, Lukács fue deportado a Rumanía; al regresar, en 1957, volvió a ocuparse de sus investigaciones estéticas y filosóficas, aunque sin dejar de formular significativas propuestas para la creación de un socialismo democrático y para la reconstrucción del marxismo. Murió en Budapest, el 11 de junio de 1971. <BR><BR>Editorial el Viejo Topo