Capitalismo del yo. La pseudopolítica del ego.

Jean-Philippe Kindler -autor de este libro-, afirma que hoy en día el capitalismo nos ofrece un compromiso envenenado. En  lugar de abolir la explotación prefiere diversificarla y segmentarla. Según su criterio, no se puede negar que esto mejore algo la vida de algunas personas, pero es un horizonte muy pobre para una política radical. Por muy diversa que sea «una clase dominante sigue siendo una clase dominante». Con esto hay que tener claro que la explotación «no es una experiencia de discriminación como otras, sino la base material de diversas formas de discriminación».

La buena vida no puede pasar por el yo, necesitamos -como señala el autor- elevarlo al plano colectivo, donde la sublevación es el único instrumento capaz de convertir el sufrimiento individual en una «aventura de todos». Las preguntas serían ¿cuáles son los mecanismos que fuerzan a construir proyectos de vida individualizantes?¿Qué instituciones familiares y sociales lo refuerzan? Y sobre todo ¿cómo escapar para repolitizar nuestras vidas?