En este libro nos damos de bruces con dos escritoras de excepción, dos mujeres que entregan hasta el tuétano del espíritu en sus palabras, dos pioneras cada una en su generación, defensoras de la libertad del individuo para ser y sentir; la una, Elena, a las puertas de la muerte, batiéndose con el sufrimiento, y la otra, Carmen, en el fulgor de su carrera literaria, apremiada por el éxito y la necesidad de recogimiento interior. Estamos ante un libro revelador como pocos, trenzado de cartas que rebosan hondura y verdad por sus cuatro costados y que nos llevan, como el viento a las hojas, de la vida a la muerte, de la duda a la certeza, e la alegría a la tristezaaaa y de la literatura a la vida.
AUTOR/A
LAFORET DÍAZ, CARMEN
Barcelona, 1921 Madrid, 2004<BR><BR>Carmen Laforet nació en Barcelona en 1921. A los dos años se trasladó con su familia a Canarias, viviendo en Las Palmas. Allí permaneció hasta los dieciocho años. A esta edad marcha a Barcelona donde estudia, durante tres años, en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1944 obtiene con Nada el Premio Nadal, en su primera convocatoria, y se convierte en la revelación de la narrativa española de posguerra, abriendo nuevos horizontes a nuestra literatura. Dos años después se traslada a Madrid, donde contrae matrimonio con el periodista y crítico literario Manuel Cerezales y se instala definitivamente. De la misma autora son La isla y los demonios, La llamada, La mujer nueva (Premio Mallorca) y La insolación. Aunque nunca deja de escribir, en la década de 1970, aquejada de frecuentes depresiones y separada de su marido, Carmen Laforet se retira. Tras su fallecimiento en 2004, la editorial Destino publicó una novela inédita, Al volver la esquina, continuación de La insolación.<BR>
FORTÚN, ELENA
Elena Fortún (Madrid, 1886-1952). Creadora de las célebres novelas de Celia, el personaje infantil más emblemático de la literatura española, comenzó a publicar las aventuras de esta niña madrileña que quería ser escritora el año 1928 en el suplemento infantil Gente Menuda. A través de sus vivencias y las de los otros protagonistas de la saga (Cuchifritín, Matonkikí, Patita y Mila) Elena Fortún construyó una fiel crónica de los años más convulsos del siglo xx español con la visión extraordinaria y fiel de unos personajes que, como su creadora, nunca terminaron de adaptarse al mundo moderno.