Se publican aquí relatos extraídos de las cartas en las que Benito Pérez Galdós contó a los lectores argentinos del diario La Prensa dos sonados asesinatos de la época. Estas cartas hubieran permanecido en el limbo de las hemerotecas de no ser por Alberto Ghiraldo, que en 1928 dio a la imprenta unas Obras inéditas de Galdós en varios tomos, cuyos volúmenes VI y VII llevaban el título de Cronicón. Ghiraldo realizó una labor notable: del conjunto de las cartas entresaca aquellas (o aquellos párrafos, en su caso) que se refieren a un mismo asunto y compone así varias unidades narrativas independientes.
«Hoy en día, cuando la literatura criminal parece haber descrito un círculo (probablemente vicioso), resulta refrescante esta miniatura galdosiana en la que Higinia mata por catorce mil duros, con un cuchillo de cocina y ayudada por su "compinche". En estos tiempos de asesinos psicópatas, a lo Hannibal Lecter, que matan por las más enrevesadas razones psicológicas; o bien ahijados de Fu Manchú, que conspiran en la sombra y utilizan, pongamos, aceleradores de partículas ionizadas o cepas de virus experimentales inyectadas con jeringuilla, resulta bastante saludable reencontrarse con criminales que no oyen voces interiores ni pretenden el control absoluto del planeta, que no tienen un cociente intelectual extraordinario ni habilidades circenses y tecnologías vanguardistas: vecinos de enfrente, seres humanos como la Higinia de Galdós, que había vivido "maritalmente con un lisiado", mataba por codicia rudimentaria y era "un monstruo de astucia y marrullería". Es Dashiell Hammett en versión Chamberí» (del prólogo de Rafael Reig).
EL CRIMEN DE LA CALLE DE FUENCARRAL
AUTOR/A
PÉREZ GALDÓS, BENITO
Novelista, dramaturgo y cronista español, es uno de los principales representantes de la novela realista del siglo XIX y uno de los más importantes escritores en lengua española. Su estancia en Madrid, donde estudió Derecho, le permitió comenzar a realizar colaboraciones en revistas y frecuentar los ambientes literarios de la época. Sus obras, de un nítido realismo, fueron un reflejo de su preocupación por los problemas políticos y sociales del momento. Gran observador, su genial intuición le permitió plasmar fielmente las atmósferas de los ambientes y los retratos de lugares y de personajes. De su producción literaria destacan La Fontana de Oro, El audaz, los Episodios nacionales (serie empezada en 1873 con Trafalgar), Doña Perfecta, Fortunata y Jacinta, Tristona, Realidad (su primera obra de teatro), La loca de la casa, Casandra, Electra y El caballero encantado. Galdós fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1889 y candidato al Premio Nobel de Literatura en 1912.