El sistema Stanislavski es la base pedagógica de la mayoría de las escuelas occidentales de teatro. En 1951 se editó El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la encarnación, un complemento al libro que el mismo autor, Konstantín Stanislavski, escribió bajo el título El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la vivencia (Alba Editorial, 2003). La influencia que ambos libros han tenido en el teatro y en el cine soviético, norteamericano y de muchos otros países ha sido enorme. Este segundo volumen ?que tardó más de 20 años en gestarse- representa la ardua publicación, en su momento, de un conjunto de borradores mecanografiados, otros escritos a mano, con anotaciones en los márgenes y con multitud de esbozos. La guerra y la posguerra hicieron aún más difícil la publicación pero finalmente los manuscritos vieron la luz, gracias también a la colaboración de Stanislavski que poco antes de su muerte apartó los manuscritos necesarios para concluir del libro. En El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la encarnación, actores, directores de escena y cualquier lector ávido de conocer de primera mano el germen de El Método hallará el entrenamiento físico-vocal que Stanislavski propone para poder abordar el personaje. Escrito con el didactismo que le caracteriza, este texto de auténtica referencia llega por fin al lector español en traducción directa de su lengua original, tal y como el maestro ruso lo concibió.
EL TRABAJO DEL ACTOR SOBRE SÍ MISMO EN EL PROCESO CREADOR DE LA ENCARNACIÓN
AUTOR/A
STANISLAVSKI, CONSTANTIN
Konstantin Stanislavski, seudónimo de Konstantin Serguéievich Alexéiev (Moscú, 1863-1938), fue actor, director y teórico teatral ruso. Tras participar en varios movimientos de vanguardia, fundó en 1898, con Nemiróvich-Dánchenko, el Teatro del Arte de Moscú, que puso en escena las grandes obras de Chéjov. Pronto empezó a desarrollar su sistema de interpretación, que pretendía que el mundo emotivo de los personajes fuera proyectado al espectador de forma verídica y alejado de toda artificialidad, en un efecto de «realismo psicológico». Después de la revolución soviética se dedicó exclusivamente a su trabajo de investigación, expuesto en sus libros. En 1918, Stanislavski fundó el Primer Estudio como escuela para jóvenes actores y escribió varias obras entre las que destacamos El trabajo del actor sobre sí mismo (Alba, 2003), La construcción del personaje (Alianza, 1999) o Mi vida en el arte (García Verdugo, 1997).