Para envío
[...] la experiencia onírica de la realidad que emana del derivar tiene un efecto demoledor inmediato sobre el horario calculado, pues en su fluir el tiempo ya no se justifica por la obligatoriedad de una actuación, ni el individuo tiene tampoco que justificar su «hacer» en función de un tiempo determinado en el que deba «cumplir».
Ahí, el tiempo no se mide por ninguna finalidad, por ningún acatamiento ni por ninguna penitencia, sino por la expansión de un placer psicofísico (una suerte de libido mental) del acontecer que disipa las fronteras del comportamiento programado, excedidas por la vivencia. [...]
[...]lo que aquí se pretende es una escritura de la afirmación y no de la interpretación, ya que para estar a la altura de la experiencia primera, del acto primario de libertad, esta escritura ambiciona ser experiencia que contenga el tiempo de su libertad.
En donde esto se vuelve más acusado es en [los] resquicios por los que algo se cuela hasta desbordar los mecanismos de lo razonable, con total despreocupación de su posible significación; un algo espejeante hasta el punto de llegar a desconcertar muy seriamente a lo verosímil. Ejemplar de lo que sugiero es H, cuyo admirable enigma me sigue acompañando desde su primera manifestación, preguntándome todavía alguna vez si me quiso decir algo, mas complaciéndome en mi incomprensión e incluso recreándome en su silencio.[...]
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Eugenio Castro nació en 1959 en Toledo-Las Herencias. Es miembro desde el inicio de su andadura, en 1987, del Grupo Surrealista de Madrid y de su revista «Salamandra. Intervención surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la vida cotidiana». Además co-fundó «Luz Negra. Comunicación surrealista» (Gijón-Madrid, 1980-81) y las Ediciones de La Torre Magnética.
Forma parte del Movimiento Surrealista desde 1979, participa de sus dinámicas y actividades y colabora en las publicaciones de algunos de los grupos en el mundo: «S.U.R.R.» (París), «Analogon» (Praga), «Stora Saltet» (Estocolmo), «Farfoulas» (Atenas), «Brumes Blondes» (Ámsterdam), «Boletín Surrealista Internacional» (Estocolmo, París); o en el proyecto del Grupo Surrealista de Leeds, «Surrealists go to the cinema».
Ha publicado el libro de poemas «Mal de confín» (2005), un pequeño libro de imágenes, manipuladas con una goma de borrar, titulado «Gommages» (2000), además de los «colages» «Reaparición de la Isla Misteriosa» (1995) y las «plaquettes» «La ciudad constelada» (1995) y «La región insomne» (1996). Ha contribuido a la organización del libro colectivo «Indicios de Salamandra» (2000), que aborda las problemáticas políticas y poéticas del lenguaje. Asimismo, es editor del libro «Humores de Eros» (2004).