Para envío
Durante la tarde noche del 28, llenaron el muelle de Alicante varios miles de ciudadanos, los pasajeros del que sería la postrera posibilidad de dejar España. Cerca de 3.000 que se fueron con lo que pudieron. Al llegar la medianoche el carguero Stanbrook, el último barco con exiliados republicanos junto al Maritime, salió del puerto.
El Stanbrook, recordado a través de su fotografía tomada ya en el puerto de Orán, es una inigualable imagen del exilio: una riada humana, saliendo precipitadamente en medio de una derrota, todos en el mismo barco después de tanta discrepancia interna, hacia un destino en el que nadie iba a reconocerles nada. A su llegada a tierras argelinas, ni siquiera pudieron descender libremente del buque. Las mujeres y los niños salieron antes. Muchos de los varones todavía hubieron de permanecer casi un mes, hacinados, entre calamidades sin cuento, hasta que fueron habilitados los campos de internamiento, de los que sólo salieron para servir en la Legión Extranjera o para integrarse en batallones de trabajo.