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Las ciencias sociales llevan ya varias décadas analizando los Estados de Bienestar y sus múltiples crisis. En este libro tratamos de ese mismo objeto, referido al caso español, desde una perspectiva poco común. No nos interesan tanto los rasgos que le caracterizan como su relación con la vida cotidiana de la población. Es ésta el centro de gravedad del contenido de esta obra. Por vida cotidiana se entiende aquí el modo y la forma como las mujeres y los varones españoles piensan y organizan en sus vidas el ser y deber-ser del trabajo, los cuidados (junto con el trabajo doméstico), el tiempo de libre disposición personal y las relaciones de género. En el libro se exponen y defienden cuatro ideas acerca de la concepción que tiene la población española del trabajo, de los cuidados, del tiempo libre y de las relaciones de género. Primera, que esa concepción responde a dinámicas sociales específicas y que, aunque se halle relacionada con su definición institucional, difiere claramente de ella. Segunda, que la vida cotidiana no se entiende como una mera suma de actividades (trabajo, cuidados, tiempo libre) y relaciones de género sino como una trama social en la que todos ellos aparecen necesarios, (incluido el referido al tiempo de libre disposición personal) y relacionados unos con otros. Tercera, que su contenido real y práctico se halla alejado de la idea que se tiene de su deber-ser. Y cuarta, que la concepción y valoración de la trama social de la vida cotidiana es sustancialmente diferente entre mujeres y varones, una diferencia que tiene como trasfondo las relaciones asimétricas de género. Entre los elementos institucionales y prácticos que, para la población española, tienen una incidencia más negativa en la organización social de su vida cotidiana destaca el trabajo. El paro y la precariedad laboral son vistos y vividos en el momento actual como la principal amenaza al despliegue de una vida cotidiana satisfactoria y correctamente ordenada.