El señor Fitzroy Timmins y señora viven en Lilliput Street, una coqueta callecita cerca de Hyde Park. Es un vecindario muy refinado, y no es necesario decir que son de buena familia. Especialmente la señora Timmins, que es de Suffolk y pariente lejano del honorable conde de Bungay. Como cree que su cariñoso marido, que tiene un despacho de abogados más o menos próspero, nada en la abundancia, por una vez dejó de ser la poeta de los versos imposibles, de las rimas inverosímiles, y decidió organizar una cena con lo más exclusivo de la vieja sociedad londinense. Sí, quiso demostrar que en su pequeño pero confortable hogar de dos salones podía celebrar la mejor velada de la ciudad.
¿Veinte personas en una mesa donde tan sólo caben diez? ¿Qué hacer con las viejas amistades si no están «a la altura»? ¿Cómo proceder con los familiares menos favorecidos? ¿Y cómo conseguir vajilla para tanta gente? ¿Y el servicio? ¿Cocinero y mayordomo de alquiler entonces? Ay, las ínfulas de Rosa Timmins no pertenecen sólo a aquella época, son también de la nuestra, quizá de alguno de nuestros vecinos, de alguno de nuestros conocidos.
Chesterton decía que no puedes leer una página de Thackeray sin esbozar una sonrisa: aquí tienen los lectores un buen número de ellas. Es más, muchas veces no son sólo sonrisas, sino pura risa. La risa de aquel tiempo y de este tiempo. La buena literatura de cualquier época, ya lo sabemos, nos habla, sobre todo, de nuestro presente.
UNA CENA EN CASA DE LOS TIMMINS
AUTOR/A
THACKERAY, WILLIAM M.
El escritor británico William Makepeace Thackeray nació en Calcuta en 1811 y murió en Londres en 1863. Autor clave del realismo inglés, durante su época sólo existió otro autor a su altura en celebridad: Charles Dickens. Hijo único de un comerciante, se quedó huérfano de padre a los cinco años, por lo que fue enviado al Reino Unido con una tía suya, que sirvió de inspiración para uno de los personajes de esta novela. Estudió en la Chiswick Mall Chaterhouse School de Londres y luego en el Trinity College de Cambridge, pero dejó los estudios para viajar por Europa. Posteriormente se matriculó en Derecho, aunque lo abandonó cuando recibió una gran herencia, con la que adquirió el periódico The National Standard. Se instaló en París para estudiar pintura y dibujo; escribió columnas y dibujó caricaturas en los medios más prestigiosos de su época: The Constitutional, The Times, Punch o Fraser’s Magazine. Autor de dos obras míticas, La feria de las vanidades y Barry Lyndon, Thackeray es reconocido aún hoy por su habilidad en el retrato de los personajes, las estructuras argumentales brillantes y el empleo de la sátira: su obra destila un humor tan corrosivo como atemporal.