Es un camino de abordaje esencial para nuestra experiencia concebir en su estructura original la función de la falta, y es preciso volver ahí muchas veces para no dejarla escapar. Así pues, otra fábula.
El insecto que se pasea por la superficie de la banda de Moebius, si tiene la representación de lo que es una superficie, puede creer en todo momento que hay una cara que no ha explorado, aquella que siempre se encuentra en el reverso de la cara por la que se pasea. Puede creer en dicho reverso, mientras que no lo hay, como ustedes saben. Él, sin saberlo, explora la única cara que hay, y sin embargo a cada instante, hay ciertamente un reverso.
Lo que le falta para advertir que ha pasado al reverso es la pequeña pieza que un día materialicé, construí, para ponérsela a ustedes en la mano, la que les indica esta forma de cortar el cross-cap. Esta pequeña pieza faltante es una especie de cortocircuito que lo llevaría por el camino más corto al reverso del punto donde se encontraba un instante antes.
Esta pequeña pieza faltante, en este caso el a, ¿queda resuelto el asunto describiéndola de esta forma paradigmática? En absoluto, porque es el hecho de que falta lo que constituye toda la realidad del mundo por donde se pasea el insecto. El pequeño ocho interior es ciertamente irreductible. Dicho de otra manera, es una falta que el símbolo no suple. No es una ausencia que el símbolo pueda remediar.
Extraído del capítulo X
EL SEMINARIO. LIBRO 10
AUTOR/A
LACAN, JACQUES
Nació en París el 13 de abril de 1901. Realizó estudios de especialización en psiquiatría entre 1927 y 1931. En el año 1934 se integró como miembro adherente a la Sociedad Psicoanalítica de París (SSP), y en 1938 fue nombrado titular. En 1953 presentó su dimisión y se unió con Daniel Lagache para fundar la Sociedad Francesa de Psicoanálisis, que duró diez años. Su primera publicación apareció cuando tenía 66 años y señala, además, el inicio de su enseñanza a través de la realización de sus seminarios públicos. En éstos, contribuyó a restituir la significación hasta entonces postergada del legado de Freud, al mismo tiempo que completó el edificio teórico freudiano utilizando los aportes de la lingüística, la antropología estructural, la filosofía, la lógica, la literatura y el arte. Cuestionó profundamente el desarrollo de la disciplina posterior a Freud. Sus críticas le valieron la expulsión de la Asociación Internacional de Psicoanálisis en 1963. En 1964 creó la Escuela Freudiana de París. Murió en su ciudad natal el 9 de septiembre de 1981.