Fermin Balentzia Mendia es el trovador navarro más conocido a lo largo de estos últimos cuarenta años. Sus canciones, en euskera o en castellano, fueron iconos durante el franquismo y la transición, y han llegado a las nuevas generaciones con la misma fuerza. Aunque sus composiciones siempre volaban de un lado a otro, aireadas por el pueblo y las nuevas tecnologías, Fermin nunca quiso grabarlas en un estudio. Y ya nunca lo hará. Por eso un grupo de amigos ha decidido hacerle este libro-disco homenaje, recogiendo su vida, su legado y sus canciones más conocidas, en dos discos, junto a una miscelánea de textos de conocidos personajes y escritores. Ha sido necesaria una labor de búsqueda de grabaciones, dispares tanto en el tiempo, como en los lugares y los medios casi artesanales con que se grabaron, pero el resultado final ha supuesto la recuperación definitiva de Fermin para la memoria colectiva. Incluye textos de: Jose Mari Esparza Zabalegi, Iñaki Vigor, Fertxu Izquierdo, Laura Mintegi Lakarra, Joseba Asiron Saez, Joseba Sarrionandia, Sabino Cuadra, Patxi Zabaleta, Garazi Arrula, Begoña Zabala, Anje Duhalde, Floren Aoiz, Julia Itoiz, Jon Alonso, Grazi Etxebehere, Koldo Lakasta Egea, Bingen Amadoz, Agurtzane Berrio y María Santos Santa Quiteria.
FERMIN BALENTZIA
AUTOR/A
BALENTZIA MENDIA, FERMIN
El músico popular Fermín Balentzia Mendia nació en Salinas de Ibargoiti en 1948 y fue minero en Potasas de Navarra. Con su guitarra y su poesía comenzó a cantar y componer en 1968 haciendo de sus canciones un instrumento de protesta popular contra la dictadura franquista. En esta tarea coincidió en muchos escenarios con los grandes cantautores y grupos del momento -Paco Ibáñez, Ana Belén, Imanol, Amancio Prada, Oskorri, Labordeta, Quintín Cabrera…- y, sin pasar a la profesionalidad, siguió trabajando y a la vez componiendo y cantando desinteresadamente en cuantos lugares se le solicitaba. Fermin Balentzia ha enriquecido nuestro cancionero y sus melodías enlazan ya a tres generaciones. No ha habido rincón del país donde no haya dejado sus canciones y donde no se haya inspirado en tradiciones anteriores para componer más. Fermín ha creado con música de paloteados riberos; ha hecho cientos de jotas y bertsos; ha recuperado viejas coplillas y melodías. Desde Monteagudo a Ibardin, desde el alto Loiti a Otsoportillo, ha hecho cantar a todo Euskal Herria, dejando canciones que nos sobrevivirán a todos y todas. Además, algunas de sus composiciones han sido auténticos himnos en todo el proceso de recuperación de la memoria histórica. Sus canciones Alto Loiti, Nana republicana, Maravillas o Germán son cantos a la memoria y han hecho llorar a miles de navarros y navarras. Por eso, todos los grupos memorialistas de Navarra apoyaron su candidatura para que le fuera concedido el premio Príncipe de Viana de la Cultura.