Una estética del cuidado en el antropoceno implica defender la vida, y comprender que esa defensa implica la defensa de la diversidad biocultural, defender las condiciones de posibilidad para pluralidad de vidas para la experiencia humana. Se trata de una defensa afectiva, sensible y gozosa. La defensa de la posibilidad de que todes elijan la vida que desean. Sobre todo, es hacer que se detengan las formas de imposición y dominación, incluida la dominación de la sensibilidad que obliga a la insensibilidad. Defender la vida es defender la sensibilidad, la fragilidad y la vulnerabilidad.
AUTOR/A
GRACE SALAMANCA, MARÍA
Mujer, madre, neurodiversa, de provincia y doctora en Filosofía: mención ética, política y derecho en el marco de una codirección entre la Universidad de Lyon (Francia) y el Programa de Investigación Actores Sociales de la Flora Medicinal en México (INAH). Especialista en Epistemologías del Sur. Realizó un postdoctorado en la Escuela Urbana de Lyon. Fellow del Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados (CALAS). Forma parte de un equipo de investigación-acción de "éticas y estéticas del cuidado en la salud colectiva en contextos multiculturales" en el marco de un proyecto de investigación entre la Secretaría de Salud de la Ciudad de México y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología de México (CONAHCyT). Actualmente es profesora del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Facultad de Medicina de la UNAM.<BR>Su trabajo alrededor de las éticas y estéticas del cuidado se sitúa en la intersección entre las artes vivas, las investigaciones situadas y horizontales, la antropología y la filosofía. Ha compartido talleres y conferencias en México, Colombia, Argentina, Guatemala, Brasil, Luxemburgo, Bélgica, Alemania, Suiza y Francia.


