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A las diez de la noche del 30 de diciembre de 1969, Francisco Franco se dirigió a los españoles desde El Pardo en su ya tradicional mensaje de fin de año. El director general de Radio y Televisión, Adolfo Suárez, supervisó personalmente dicha transmisión.
«Respecto a la sucesión a la Jefatura del Estado, sobre la que tantas maliciosas especulaciones hicieron quienes dudaron de la continuidad de nuestro Movimiento, todo ha quedado atado, y bien atado, con mi propuesta y la aprobación por las Cortes de la designación como sucesor a título de Rey del Príncipe Don Juan Carlos de Borbón. Dentro y fuera de España se ha reconocido, tanto con los aplausos como con los silencios, la prudencia de esta decisión trascendental», dijo el jefe del Estado.
Esta novela gráfica recorre los años de la llamada Transición española a la democracia a través de sus protagonistas: los obreros, las mujeres, los vecinos de los barrios, los militantes revolucionarios, los campesinos, los quinquis, los presos comunes, los torturados por sus ideas, entre otros muchos. Y también a través del dictador y del rey, de los patronos, militares y espías. Atado y bien atado cuenta historias ocultadas, olvidadas o manipuladas, las que no sirven para construir relatos oficiales, las que empujan la historia para lados contrarios, las que ensucian el fino mantel de hilo que cubre la mesa de quienes pretenden tenerlo todo atado y bien atado. Historias que, en definitiva, componen una memoria colectiva de todos aquellos y aquellas que siguen anhelando desatarse.