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Libros Walden publica "Criaturas estáticas", un libro que cuenta la historia de las fotonovelas, desde las cinenovelas y fotofilms de los años 30 hasta las reivindicaciones kitsch y artísticas de los 80.
Pese a ser denunciada por la Iglesia por pervertir los valores tradicionales, criticada por los comunistas por perpetuar los valores burgueses, denostada por la literatura y la intelectualidad, vilipendiada por la fotografía artística y odiada por el mundo del cómic e incluso por algunos de sus mayores impulsores, la fotonovela gozó a mediados del siglo XX de gran popularidad en los países latinos de Europa y América. Nacida en los años de posguerra como complemento del cine, encasillada injustamente como género romántico y finalmente sustituida por las telenovelas, las fotonovelas ocuparon durante un cuarto de siglo las páginas de revistas femeninas, juveniles, cinematográficas y musicales, pero además tuvieron decenas de cabeceras propias, principalmente de género romántico, pero también de acción, de terror, eróticas o de humor.
A lo largo de 240 páginas y casi 300 imágenes de todo tipo de fotonovelas, "Criaturas estáticas" intenta recuperar un formato olvidado y denostado repasando su historia y, de paso, reivindicar la fotonovela no sólo como objeto del pasado, objeto de estudios académicos fuera de nuestras fronteras, sino como sistema de narración con un gran potencial para contar historias visualmente en una sociedad que vive, hoy más que nunca, obsesionada con la imagen.