Frente a Lung, la joven protagonista de esta novela, los médicos, y no sólo ellos, se quedan perplejos: Lung nunca ha abandonado la costumbre de meterse el dedo en la boca, contesta a las preguntas mostrando el esmalte de las uñas y relata lúcidamente, con ligereza, los hechos de su vida; pero la claridad es sólo aparente y resulta fácil extraviarse entre sus palabras, por otra parte escasas; en cuanto a los hechos, podrían darnos escalofríos si no nos distrajera el tono ágil, desconsiderado y preciso de la narradora.
El tío-padre Jochim, la madre Marween, las trágicas historias del pequeño cerillero y de la amiga Armance, el encuentro decisivo y lacónico con un gran filósofo, «un caso de entusiasmo» y el extraño caso del profesor Walter, la mona albina, el enigmático y sabio Nathan, Kong... En el conjunto pintoresco de los humanos, Lung participa de una especie aparte, mimetizada y poderosa, los neutrales. Sería presuntuoso explicar en dos palabras quiénes son. Su poder es real y el libro lo demuestra en una serie de feroces acontecimientos que Lung no puede menos que desencadenar y constatar.
Lung surca sus historias sin detenerse jamás, en un estado de continua suspensión, de dudosa identidad, con un paso que nos parece ver por vez primera ?de sonámbula o de vidente?, dejando tras de sí una constelación de emblemas aforísticos y la huella de una presencia olvidada y fundamental de la literatura: la ironía romántica.
EL DEDO EN LA BOCA
AUTOR/A
JAEGGY, FLEUR
Fleur Jaeggy nació en Zúrich, vivió en Roma y París, y en la actualidad reside en Milán. Autora traducida a diversas lenguas, ha publicado las novelas Los hermosos años del castigo (Andanzas 678; Premio Bagutta 1990, Premio Bocaccio Europa 1994) y Proleterka (Andanzas 530; Premio Vailate Alderigo Sala 2001, Premio Donna Città di Roma 2001, Premio Viareggio 2002 y elegido libro del año en 2003 por el Times Literary Supplement), y el volumen de relatos El temor del cielo (Andanzas 323; Premio Moravia 1994). Ofrecemos ahora a los lectores El ángel de la guarda, la novela con la que, ya en 1974, Tusquets Editores dio a conocer en lengua española, en la legendaria colección Cuadernos Ínfimos, a Fleur Jaeggy. Desde entonces la autora, con su depurado estilo y huyendo de todo convencionalismo, ha alcanzado el prestigio literario de los autores de culto en todos los países donde ha sido publicada.