Washington, D.C., 1972. Derek Strange ha dejado la policía y ha montado su propio negocio como investigador privado. Su antiguo compañero, Frank "Hound Dog" Vaughn todavía está en el cuerpo. Cuando una mujer joven le pide a Strange ayuda para recuperar un anillo barato que dice que tiene mucho valor sentimental para ella, el caso le lleva al territorio de Vaughn, en el cual un traficante de drogas del barrio ha sido asesinado de un tiro a quemarropa en su piso. Pronto los dos hombres se ven persiguiendo a un asesino despiadado: Red Fury, llamado así por su aspecto y por el coche que lleva su novia, pero es un nombre que le va al dedillo. Red Fury no tiene ningún plan de jubliación, como dice Vaughn: no le importa a quien tenga que perseguir, o que matar, para conseguir lo que quiere. A medida que la violencia escala, Strange y Vaughn saben que la única manera de cazar a este hombre es hacerlo a su manera. Repleta de detalles del lugar y del momento -coches, música y ropa- y llena de acción sin tregua, reencontramos la tensión narrativa y el mundo literario que colocaron a Pelecanos, ya hace muchos años, entre los mejores escritores de novela negra americanos.