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En la contemporánea primacía del ver a través de las pantallas, la experiencia se sostiene cada vez más en lógicas que disuelven viejas formas de colectividad y que condicionan cuantitativamente los nuevos regímenes de valor y reconocimiento del otro. Ojos y Capital sugiere que el sistema se pervierte poniendo en juego dos ganancias sustanciales: el poder sobre la gestión tecnológica de la visibilidad como garantía de existencia y valor (ojos como nueva moneda); y la implicación en lo que entregamos en las redes, de manera más o menos consciente, contribuyendo a nuevas formas de dominación y colonización de la mirada. Y, si bien la desigualdad de los ?no vistos?, de los excluidos e inconformes, permite hoy una apropiación de la red para visibilizar las zonas de sombra y la precariedad de lo que tradicionalmente ha quedado fuera del marco, también pone de manifiesto el espejismo de una cultura-red donde la máquina y sus dispositivos se nos han hecho ?invisibles? por su cotidianidad y exceso. De hecho, los conflictos hoy no se valen solamente de la veloz movilización online, sino de la parálisis derivada de las infinitas distancias que permite el ver a través de la tecnología como nuevo hábitat, de la ceguera del ver el ?ahora? sin descanso ni parpadeo, en una sintomática crisis -o tal vez asentado estatuto- de la atención. Urge entender al sujeto, que vive con el riesgo de que dicho exceso opere como forma de apagamiento de la conciencia.
Este ensayo sobre el presente y la cultura-red que se pregunta por la identidad a través de la visualidad y la economía, atraviesa conceptos como sombra, desaparición, representación, valor, derroche, reciprocidad, lazo moral, capitalismo o feminización, interpelando por las vigentes formas de creación de valor y nueva colectividad en las redes (devenir de los vínculos éticos y políticos). Este ensayo amenaza con ?lamer los ojos?.