En 1993 se detuvo a los adolescentes Damien Echols, Jason Baldwin y Jessie Misskelley, Jr. (más tarde conocidos como Los Tres de West Memphis) por los asesinatos de tres niños de ocho años de Arkansas. El consiguiente juicio estuvo marcado por la aparición de pruebas manipuladas, falsos testimonios e histeria colectiva. A Baldwin y Misskelley los sentenciaron a cadena perpetua, y a Damien Echols, que por aquel entonces contaba con dieciocho años y había sido señalado como el «líder», lo condenaron a muerte. Esta injusta condena dio la vuelta al mundo y durante dos décadas un gran número de simpatizantes y varias celebridades pidieron un nuevo juicio. En un sorprendente giro de los acontecimientos, los tres hombres fueron liberados en agosto de 2011. Ahora Echols comparte su historia al completo: desde los abusos sufridos por parte del personal de la prisión y los retratos de sus compañeros y de sus deplorables condiciones de vida a las increíbles reservas de paciencia, espiritualidad y perseverancia que lo mantuvieron vivo y mentalmente sano en su encarcelamiento de casi veinte años. En estas páginas, Echols se revela como un escritor brillante que infunde a su narrativa tragedia e ironía a partes iguales: describe los terrores experimentados en su día a día y su indignación hacia el sistema judicial estadounidense, y ofrece con sobrecogedor detalle un relato de primera mano de lo que significa vivir en el corredor de la muerte.