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Entre 1935 y 1949 el emigrante vasco Guillermo Larregui camina 22 500 kilómetros por Argentina empujando una carretilla de obra de más de cien kilos de peso.
En los años previos a la pandemia, en un departamento de Buenos Aires, una mujer casi centenaria pinta obsesivamente el castillo austrohúngaro de su infancia, rodeado de jardines, pistas de tenis y una fábrica de chocolate.
En 1945, un misterioso fugitivo croata camina huyendo a través de la Europa destruida por la guerra.
En 2024, el periodista Bruno Galindo viaja a Argentina siguiendo los pasos del Vasco de la Carretilla con la intuición de escribir un libro sobre el nomadismo, la libertad y la idea romántica de «lo salvaje».
Pero las huidas (y este libro tiene algo de huida) son siempre empresas arriesgadas que nunca se emprenden por un simple reto. Los paisajes de Argentina se convierten así en el espejo sobre el que Bruno Galindo va proyectando una delicadísima investigación en torno a su árbol genealógico. Sobre las aventuras y los horrores de sus antepasados emigrantes y sobre los impulsos de todos los que huyen posa el autor una mirada cargada de asombro y piedad.
Nadie nos llamará antepasados es un libro trampa escrito con la ligereza y precisión de un nómada sin ataduras.
«Patagonia, 1936: un hombre ?un vasco? encuentra al fin la meta de su vida. Ahora, casi un siglo después, un viajero español, hijo de migrantes, recupera aquel viaje para recuperar el largo viaje de su familia, tres generaciones de muy variados fugitivos. Viajar ya no es lo mismo: escribirlo como lo escribe Bruno Galindo sigue siendo fascinante» (Martín Caparrós).
«El secreto de aburrir es contarlo todo, decía Voltaire. Pero yo sé que si Bruno Galindo se decidiera un día a contárnoslo todo, ni un segundo nos aburriríamos. Porque está entre los más imaginativos y valientes narradores de este país» (Enrique Vila-Matas).
«Me gusta mucho el método que ha ideado Galindo: sigue el rastro de un viajero antiguo, misterioso, disparatado, conmovedor, y lo usa como hilo para ir cosiendo una investigación detectivesca sobre sus propios antepasados misteriosos, disparatados, conmovedores. Es un libro que da ganas de salir al mundo, mirar y preguntar» (Ander Izagirre).