«No hay nada más frecuente, más constante, más presente en nuestras vidas que el hambre ?y, al mismo tiempo, para la mayoría de nosotros, nada más lejos que el hambre verdadera.» Para entenderlo, para contarlo, Martín Caparrós viajó por la India, Bangladesh, Níger, Kenia, Sudán, Madagascar, Argentina, Estados Unidos, España. Allí encontró a quienes, por distintas razones, sufren hambre. El Hambre está hecho de sus historias, y las historias de quienes trabajan en condiciones muy precarias para paliarla, y las de quienes especulan con los alimentos y hambrean a tanta gente. Caparrós intenta, sobre todo, descubrir los mecanismos que hacen que casi mil millones de personas no coman lo que necesitan. El Hambre es un libro incómodo y apasionado, una crónica que piensa y un ensayo que cuenta y un panfleto que denuncia el apremio de una vergüenza sostenida y busca formas de terminar con ella.
AUTOR/A
CAPARRÓS, MARTÍN
Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) se licenció en historia en París, vivió en Madrid y Nueva York, dirigió revistas de libros y revistas de cocina, recorrió medio mundo, tradujo a Voltaire, Shakespeare y Quevedo, recibió el Premio Planeta Latinoamérica, el Premio Rey de España, la beca Guggenheim, plantó un limonero, tiene un hijo y ha publicado más de una veintena de libros que lo han encumbrado como uno de los grandes escritores latinoamericanos de nuestro tiempo. En Anagrama se ha publicado su novela A quien corresponda: «No solamente hace una crítica despiadada al poder eclesiástico que acompañó a la dictadura militar. Es, también, la crónica minuciosa de una venganza sin sentido, el relato de un fracaso: el de una generación que creyó en la Revolución y acabó derrotada en medio de tanta violencia derramada» (Diego Gándara, La Razón); «Una novela necesaria. Hace que el suelo tiemble un poco mientras la leemos. Y una vez cerrada, el suelo sigue temblando» (Juan Bonilla, El Mundo); y las crónicas de Una luna: «El mejor cronista actual de América Latina: un soberbio entrevistador, un viajero dotado de cultura enciclopédica y de una fina ironía» (Roberto Herrscher, La Vanguardia); y Contra el cambio: «Su prosa y su mirada son un reactivo fuerte para almas sensibles o amigas de lo políticamente correcto» (Leila Guerreiro, El País); «Convence tanto como seduce» (E. Paz Soldán, La Tercera, Chile); «Un perturbador sistemático, un sembrador de dudas» (F. Lazzarato, Il Manifesto).