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Críspulo Moracho, pamplonés de familia tudelana, masón y leal a la Segunda República, fue protagonista de acontecimientos históricos como la huelga general de Bilbao de 1903 o la revuelta de octubre de 1934 en la Cataluña presidida por Lluis Companys, donde defendió en el consejo de guerra a los Mossos d?Esquadra acusados de rebelión. Su posicionamiento y firmeza le acabaron costando la vida: fue fusilado en la Zaragoza sublevada por otro republicano masón. Su historia sirve para trazar una sociedad que desapareció dejando un largo reguero de sangre.
Empleando documentos de gran valor histórico, Fermín Pérez-Nievas analiza además cómo se vivieron aquellos días en Tudela, donde Críspulo Moracho se había refugiado tras sufrir un atentado, y los interrogantes que aún existen sobre su ejecución y la ubicación de sus restos.