Las líneas maestras del pensamiento progresista español se forjan en las primeras décadas del siglo XIX, en una época caracterizada por guerras, persecuciones y exilios masivos. Convencidos de que necesitaban disociar sus ideas de Francia, los progresistas ensayaron diversas estrategias para arraigar su proyecto en la tradición nacional. Comuneros y fueros medievales representan para ellos una idea pactada de la monarquía, pero también el respeto a una diversidad regional intrínseca que las dinastías extranjeras de los Austrias y los Borbones, con el apoyo decisivo de Castilla, habían intentado erradicar. Asimismo, al-Andalus, el enemigo por antonomasia de lo español tal y como se había entendido hasta entonces, pasa a simbolizar una España alternativa que, según los liberales, nunca habría debido desaparecer. Una España que era significativamente similar a la que ellos pretendían construir.
AUTOR/A
TORRECILLA CABAÑAS, JESÚS
Jesús Torrecilla es catedrático de Literatura Española en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). Entre sus publicaciones destacan Guerras literarias del XVIII español (2008), España exótica (2004), La imitación colectiva (1996) y El tiempo y los márgenes (1996).