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Bujalance fue uno de los pueblos en los que el anarquismo agrario andaluz tuvo mayor presencia. En diciembre de 1933, y tras un oscuro episodio en el que unos desconocidos ajusticiaron a un señorito, estalló un conato de insurrección armada propiciada por la CNT. Durante tres días los jornaleros, que vivía en las calles periféricas, se enfrentaron a tiros con la guardia civil y con la oligarquía del pueblo, que ocupaba el centro del municipio. La represión fue contundente.
Un mes después, una pequeña editorial anarquista los Iguales publicó un folleto anónimo en el que se narra de una forma sencilla pero incisiva los acontecimientos. Lo reeditamos con un estudio previo del historiador José Luis Gutierrez Molina y un anexo fotográfico con los retratos policiales de los detenidos y ejecutados en aplicación de la ley de fugas.
El folleto constituye todo un ejemplo de la literatura revolucionaria de la época: prima la acción y rebosa de una ingenuidad memorable. A través de los retratos de los jornaleros detenidos, podemos ponerle rostros a aquellos revolucionarios agrarios andaluces que hicieron temblar el orden latifundista.