Las fronteras (políticas, culturales, literarias) son espacios tan complicados de habitar como propicios para la fabulación. Y si encima son islas, y comunican con mares insondables, que hierven extrañamente (como hierven o hervían los mares de esta novela) de peces sin número y de calamares que acababan varados en la playa, pues mejor que mejor. Para los que nos alimentamos de fabulaciones (sin despreciar los peces ni los calamares) por lo menos.
Las fronteras han sido, desde la antigüedad, escenarios privilegiados de la épica (y del relato de aventuras, que no se sabe muy bien si es hermano o si es hijo de la épica), geografías permeables (demasiado permeables) para la tragedia, rutas sobre las que insisten, una y otra vez, los libros de viajes. En la literatura de hoy, las fronteras pueden ser también escenarios naturales de la introspección psicológica, de la etnografía literaria, del memorialismo que pone un pie en el recuerdo y otro en el sueño.
ARDE EL MONTE DE NOCHE
Precio: 15,00€
Agotado
Editorial:
Coleccion del libro:
Idioma:
Castellano
Número de páginas:
236
Dimensiones: 225 cm × 140 cm × 0 cm
Fecha de publicación:
2013
Materia:
ISBN:
978-84-8359-127-7
AUTOR/A
ÁVILA LAUREL, JUAN TOMÁS
Juan Tomás Ávila Laurel (Malabo, 1966) es un escritor ecuatoguineano, originario de la isla de Annobón.<BR><BR>Ha cultivado tanto la novela como la poesía, el teatro y el ensayo. Realizó una importante labor como redactor jefe de la hoy desaparecida revista cultural El Patio, publicada por el Centro Cultural Hispano Guineano en Malabo. Estudió enfermería en la Escuela Nacional de Bata, Región Continental de Guinea Ecuatorial.<BR><BR>wikipedia