Para envío
Por un instante se nos concede la oportunidad de conocer en el momento en que entra en la muerte este mundo que nunca pareció revelamos una insostenible presencia sino para sustraernos su sentido. Conoceremos ese sentido de una manera fugaz, y su afirmación no estará ahí sino para disolverse en un silencio definitivo. Es una oportunidad, sin embargo, de responder a esta invitación: esta oportunidad es decepcionante, es verdad, pero si lo es, tal vez hemos esperado innumerables siglos una apoteosis tan humana, un acabamiento tan sublime y tan perfecto. Se trata siempre de una apoteosis, donde los ojos sin duda se abrirán demasiado tarde ante la última revelación, de modo que merece al menos la débil excitación que experimento....