Con la publicación de "Il nostro Marx" concluye la edición de los "Escritos de juventud" de Antonio Gramsci, basada en la edición de Sergio Caprioglio. Esta última permitió conocer artículos o fragmentos de escritos de Gramsci que habían permanecido desconocidos debido a la censura. Los mismos fueron recuperados por Caprioglio en el Archivo de Estado de Torino. Hemos querido ofrecer una selección que permitiera al lector de habla hispana acceder a esta producción anterior a los escritos de "L'Ordine Nuovo". "Crónicas de Turín", "La Ciudad futura" e "Il nostro Marx" recogen las publicaciones realizadas por el escritor, periodista y militante sardo en la prensa socialista italiana del periodo de 1914-1918. Hemos incorporado además algunos artículos de los primeros meses de 1919 con el objeto de poder apreciar la posición de Gramsci respecto al presidente Wilson y la Sociedad de las Naciones.
La selección realizada intenta ofrecer un aporte a los estudios gramscianos, pues permite descubrir tanto las problemáticas que Gramsci tiene en mente antes de la redacción de los "Quaderni del carcere" como las posiciones políticas e ideológicas que defiende a partir del análisis de dos tópicos que determinan el horizonte político de la Europa de la primera mitad del siglo XX, la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa.
A su vez, la intertextualidad de los artículos permite abordar el tema de la presencia de la prensa en la construcción de una estrategia comunicacional para abordar los fenómenos históricos y políticos. Gramsci tiene plena conciencia del rol ideológico que cumple la prensa y realiza un aporte teórico para analizarlo. Este aporte no es independiente de la praxis, y en este sentido, los escritos del período socialista pueden comprenderse bajo la luz de la disputa contra la pretendida universalidad del sistema capitalista a través de la búsqueda de organización de la clase obrera.
IL NOSTRO MARX. ESCRITOS DE JUVENTUD 1918
AUTOR/A
GRAMSCI, ANTONIO
Antonio Gramsci. Teórico y activista político marxista, nació en Cerdeña en 1891. A pesar de las dificultades financieras y de salud, Antonio Gramsci estudió en la Universidad de Turín, donde recibió la influencia intelectual de Croce y de los socialistas. En 1913 se afilió al Partido Socialista Italiano. Al final de la guerra, sus lecturas de Marx, Engels y Lenin lo impulsaron a rechazar el idealismo filosófico. En 1919 fundó el periódico Ordine Nuevo, dirigido al proletariado italiano. Ante la disyuntiva planteada por el curso que tomaba la Revolución rusa, Gramsci optó por adherirse a la línea comunista y, en 1921, se escindió con el grupo que fundó el Partido Comunista Italiano. Integró el Comité Central, al que también representó en Moscú en el seno de la Tercera Internacional (1922), y en 1924 creó un órgano de prensa oficial (L?Unità) y fue diputado. Cuando en 1925 Mussolini anunció su propia dictadura, Gramsci pasó a la clandestinidad en medio del opresivo clima de intimidación creado por los fascistas. Fue arrestado en 1926 y después de once años de malos tratos y confinamiento, durante los cuales no volvió a ver a su esposa ni a sus hijos, murió en 1937. En esas condiciones, sin embargo, Gramsci fue capaz de producir una gran obra escrita (los treinta y cuatro Cuadernos de la cárcel) que contiene una revisión historicista del pensamiento de Marx, tendente a modernizar el legado comunista para adaptarlo a las condiciones de Italia y de la Europa del siglo XX. El tema más persistente en sus cuadernos defiende la ampliación de las bases sociales del comunismo a toda clase de trabajadores, incluidos los intelectuales. Sus aportes teóricos influyeron poderosamente en la adaptación democrática del comunismo occidental que se produjo en los años sesenta y setenta. En la actualidad, la concepción gramsciana de hegemonía permite articular el combate contra las ideologías burguesas modernas con la práctica marxista entre las clases populares.